El último domingo de mayo se celebra en Venezuela el Día del Árbol, un fiel compañero que nos ofrece múltiples beneficios, y que pese a ello, muchas veces maltratamos y no sabemos valorar.
Hay árboles de todos los tamaños, formas y colores, pero con una característica común: nos ayudan a producir oxígeno y fijar carbono, un regalo de la naturaleza frente a los crecientes problemas ambientales del planeta, incluyendo al efecto invernadero.
Si cada uno de los habitantes de Venezuela decidiéramos plantar un árbol cerca de nuestros hogares, escuelas o lugares de trabajo, comprometiéndonos a velar por su cuidado y conservación, estaríamos garantizando al menos 28 millones de nuevos árboles.
Entre los beneficios que nos aportan los árboles están los siguientes: * Absorben el dióxido de carbono, que es transformado en substancias nutritivas para la misma planta y el resto de los seres vivos. * Liberan oxígeno como parte de la fotosíntesis. * Con el crecimiento de sus raíces ventilan la tierra. * Purifican el aire y reducen el calentamiento de la tierra. * Desempeñan una función vital en la regulación de los ciclos climáticos e hidrológicos. * Sirven de alimento y refugio a los seres vivos, incluyendo a los seres humanos.
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